La aldea global, los avances tecnológicos y sus consecuencias

           La aldea global, los avances tecnológicos y sus consecuencias

La aldea global es ese ámbito tecnológico en el cual todos somos participes y en donde ha habido una adaptación del ser humano a nuevas maneras de interrelacionarse, de estudiar, hacer dinero, trabajar, debido al progreso de las tecnologías de la comunicación e información que han tenido la capacidad de ejercer una gran influencia.

En el nuevo milenio las competencias ciudadanas han de priorizar el cuidado de la vida, el cuidado del planeta y la protección del medio ambiente, y un ciudadano de la aldea global asume competencias para la productividad; la ciudadanía plena implica un ser productivo y autorrealizado, que se siente competente para el ejercicio de su profesión y sus disciplinas específicas, asumiéndolas desde el todo que se le presenta de acuerdo a Ibáñez & Díaz (2014).

Las últimas dos décadas han sido testigo de profundos cambios en el ámbito de la tecnología que han incidido, a su vez, en la manera como nos comunicamos y nos interrelacionamos con los demás y McLuhan pudo describirlo de manera anticipada.

El desarrollo de las llamadas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) ha generado novedosos espacios de interacción entre diferentes comunidades, acceso a nuevos bienes y servicios públicos y privados, lo que a su vez ha permitido la construcción teórica de una nueva generación de derechos. Sin embargo, este avance tecnológico, dice Camargo (2012), ha generado una particular brecha digital, en la que un considerable porcentaje de la población se encuentra rezagada en relación al acceso y aprovechamiento de las tecnologías para la consecución de objetivos económicos, sociales, culturales o políticos. Uno de los grupos que ha sido de mayor interés para el análisis de las implicaciones de las TICs en la sociedad contemporánea es el de los pueblos indígenas (PI), los cuales han encontrado en esta nueva generación de derechos tecnológicos un elemento para la expresión de sus reclamaciones, pero también una nueva forma de exclusión social.

La dimensión de la globalización actual se explica, de acuerdo a Ramos (2020), por la confluencia de una serie de factores que confluyen en el mismo momento histórico: la revolución tecnológica de las comunicaciones que permite estar conectado con todo el mundo en tiempo real; la mejora en el transporte de mercadería y personas que por barco y avión han reducido notablemente los costos de los traslados internacionales; la posibilidad de tener al inglés como una lengua universal para el comercio y las comunicaciones; la consolidación de las metrópolis globales como actores privilegiados del poder económico; la expansión de los flujos migratorios de países pobres a ricos; la difusión de una cultura universal por la música, el cine, las series de tv y el deporte.

Todos esos factores juntos han hecho del mundo una aldea global en la que estamos todos, aunque no de la misma manera, no con los mismos beneficios o perjuicios. Este fenómeno tiene muchos aspectos positivos innegables, pero también aspectos oscuros, por lo que hay opiniones distintas sobre sus consecuencias reales en las sociedades.

Los medios electrónicos dan un nuevo giro al ambiente social y cultural dentro del cual lo moderno y lo global suelen presentarse como dos caras de una misma moneda. Los medios electrónicos pasan a ser recursos, disponibles en todo tipo de sociedades y accesibles a todo tipo de personas, para experimentar con la construcción de la identidad y la imagen personal. o. Al estar expuesto a información visual-acústica a enormes velocidades, el hombre se vuelve esquizofrénico. El desfase entre el cuerpo y la mente forma una realidad quimérica, un fondo entre el sueño y la fantasía.

Respecto a la identidad, McLuhan preveía que en el marcado intercambio de información se pierde la identidad privada, incluso la identidad nacional, el nacionalismo también. La capacidad de interconectarse con cualquier persona de la Tierra y los referéndums electrónicos barrerían la distinción nacional. Así que la Aldea global es un espacio neoacústico donde se consigue una conciencia mundial de una entidad robótica corporativa gracias a la información simultánea. Para muchas personas la identidad virtual puede tener mayor relevancia que la identidad real en términos de autoestima, autopresentación y aceptación social.

Hemos cambiado los beneficios de la globalización, por un sufrimiento que se ha hecho viral no sólo en todas las redes, sino en la materia de integridad del ser humano con la peor de sus secuelas, su propia muerte.

Entre las consecuencias de la globalización podemos destacar que el mundo actual es muy desigual. La mundialización es un proceso de conexiones que se da por las inversiones y reinversiones de los principales agentes capitalistas mundiales. Por ello, es por lo que en la actualidad poseen más importancia las redes de comunicación que otra cosa. Aunque de manera positiva también se destaca el uso fundamental de los barcos para el transporte que no se ha dejado de lado y, dentro de la revolución de las comunicaciones, además del teléfono móvil y el internet; esta la televisión permanente, así como las comunicaciones, como por ejemplo la CNN. Esto ofrece el efecto positivo de estar cercano a cualquier suceso mundial casi en el mismo instante en que se produce. Aunque también tiene el déficit de ser, e muchos casos, una información muy partidista y subjetivista.

Para finalizar, también tenemos las redes de comunicaciones, de transportes, económicas, sociales, etc., las que hacen que el mundo sea cada vez más pequeño y accesible. Debido a estas redes es por lo que podemos hablar cada vez más de ese término conocido como “la aldea global” en que se está convirtiendo el mundo moderno en que vivimos.

Se concluye que la globalización es un proceso inevitable y necesario para el desarrollo de la humanidad y así como los avances tecnológicos, traen sus desventajas. La humanidad enfrenta hoy serias amenazas a su existencia. La resistencia a estas amenazas es por tanto el primer eje de una política alternativa. Hay que resistir el mercado totalizado, hay que resistir la transformación de la competitividad en valor supremo de la acción humana, hay que resistir el uso fragmentario de la tecnología, hay que resistir la destrucción de la naturaleza. hay que resistir la reducción del ciudadano a su condición de simple cliente, hay que resistir la reducción de los derechos humanos de los seres humanos a derechos de las empresas y derechos de propiedad. Pero esta resistencia, dice Hinkelammert y Jiménez (2004), demanda previamente una conciencia de una cultura de la responsabilidad por el bien común, por las condiciones de posibilidad de la vida humana, pero pareciera una tarea complicada para esta “modernidad líquida”, (como diría Bauman) en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos.

 



 

Referencias Bibliográficas:

Cortez, P., Orrala, L., González, M y Guarnizo, J. (2022). La aldea global: un lugar de inclusión o de privilegio. Reciamuc, 6(2), 29-38.

Montoya, S. (17 de mayo de 2014). Aldea Global: Comunicación, Tecnología y Sociedad  [Video]. YouTube.

Pabón, D. (23 de octubre de 2015). Globalización y Fronteras culturales
[Video]. YouTube.

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